Cuando pides comida o la compras, esperas que lo único que contenga sean los ingredientes comestibles y sabrosos que esperarías que estuvieran en ese alimento. Pero, lamentablemente, a veces ese no es el caso. A veces, encontramos cosas en nuestros alimentos o productos alimenticios que no deberían estar ahí.
Diferentes objetos extraños
La presencia de objetos o ingredientes extraños en los alimentos suena como un tipo de caso, pero en realidad, este tipo de casos pueden tener diferentes formas.
En algunos casos, es posible que algo en el alimento sea perfectamente comestible, que simplemente no se revele e incluso que sea peligroso. Por ejemplo, imagine un restaurante que vende un producto sin revelar que contiene cacahuetes. Los cacahuetes, por naturaleza, son seguros, a menos que tengas una alergia alimentaria, en cuyo caso no revelar el ingrediente puede ser mortal.
Lo mismo ocurre con ciertos tipos de semillas o huesos, que técnicamente son comestibles, pero que simplemente no deberían estar en la mayoría de los tipos de alimentos que pedimos. Para las personas con trastornos gastrointestinales (o para cualquier persona que pueda romperse los dientes cuando se encuentran en los alimentos de forma inesperada), productos como las semillas, los huesos o los granos pueden ser peligrosos, aunque técnicamente sean sabrosos y comestibles.
Artículos no alimentarios
Otras veces, es un artículo que no tiene nada que ver con ningún producto alimenticio que se encuentre en nuestros alimentos. Por muy repugnante que parezca, los alimentos pueden contener cosas como insectos o partes de animales, basura o fluidos corporales. Incluso las cosas que no son repugnantes, pero que no son alimentos, pueden estar en los productos alimenticios, como el metal o el plástico.
Con cualquier objeto duro, ya sea un producto comestible o un artículo no destinado al consumo humano, un producto inesperado en los alimentos puede causar daños importantes en los dientes y la mandíbula. La boca muerde, sin esperar encontrar resistencia, y cuando lo hace debido a la presencia de un objeto extraño sólido y duro, puede provocar desgarros en los músculos de la mandíbula, al igual que en los dientes fracturados.
Daños por objetos extraños
Los objetos extraños en los alimentos pueden tener una dificultad única desde el punto de vista legal, porque es posible que no haya ningún daño o daño real; es decir, la exposición al objeto extraño puede ser simplemente «grave», pero no causar ninguna lesión a corto o largo plazo. En este tipo de casos, los jurados aún pueden conceder una indemnización por daños y perjuicios cuando el objeto extraño es tan censurable y de tan mal gusto que podría sacudir la conciencia de una persona común.
No lo desperdicies
La reacción intestinal cuando encuentras algo en los alimentos que no debería estar allí es tirarlo (el objeto o el producto alimenticio). Si puedes evitarlo, no lo hagas: el producto alimenticio con el objeto extraño es una prueba en tu caso. Si puedes, saca una fotografía del objeto que no debería haber estado allí para poder documentar tu caso.