Lesiones cerebrales traumáticas (TBI) son el resultado de golpes graves o repetidos en la cabeza que provocan daño cerebral. Se trata de lesiones físicas, pero también emocionales y mentales, que en última instancia pueden provocar otros problemas médicos, como la autolesión y el abuso de sustancias. La relación entre las lesiones cerebrales traumáticas y el suicidio, y sus consecuencias para toda la vida, puede ser grave; sin embargo, los médicos no les han prestado suficiente atención hasta la última década, y esto es especialmente importante para los más de 450 000 militares a los que se les diagnosticó una lesión cerebral traumática en las dos últimas décadas.
La investigación ha identificado específicamente un vínculo peligroso entre las lesiones cerebrales traumáticas y Trastorno de estrés postraumático (TEPT), y en algunos casos se producen ideas suicidas. En concreto, un nuevo estudio ahora describe los riesgos para los veteranos en particular, y combina las lesiones cerebrales con problemas de salud mental de por vida, y analiza específicamente cómo las lesiones cerebrales pueden influir en el suicidio. En concreto, la investigación descubrió que la exposición previa a una lesión cerebral traumática aumentaba la probabilidad de que a los soldados se les diagnosticaran 14 afecciones de salud mental específicas, todas las cuales eran más altas en el grupo de lesiones cerebrales (por ejemplo, el abuso de sustancias y la ansiedad aumentaron significativamente en los veteranos que sufrieron una lesión cerebral traumática en comparación con los que no la sufrieron).
Las investigaciones indican que las lesiones cerebrales traumáticas empeoran todos los problemas de salud mental
El resultado más notable de este estudio en particular provino de los hallazgos entre quienes tenían antecedentes de lesiones cerebrales traumáticas y que se suicidaron: específicamente, el estudio encontró que los veteranos con lesiones cerebrales traumáticas se quitaron la vida más de un 20 por ciento antes que aquellos sin lesiones cerebrales después de regresar del despliegue. Además, cuando se añadían diagnósticos adicionales a cualquier circunstancia en particular, esta tasa aumentaba; por ejemplo, en el caso de los soldados con una lesión cerebral traumática y El trastorno por abuso de sustancias se suicidó más del 60 por ciento antes que aquellos sin ese vínculo, y esto siguió un patrón similar para otros trastornos por consumo de alcohol, trastornos del estado de ánimo, trastorno de estrés postraumático y cualquier combinación de dos diagnósticos posteriores a una lesión cerebral.
Esta es una prueba contundente de que sufrir una lesión cerebral traumática (por negligencia, etc.) no solo aumenta la tasa potencial de padecer otros problemas médicos, sino que también empeora todos cuando se combinan; en lo que los investigadores llamarían un «ciclo de retroalimentación».